Gripe en gatos: síntomas, tratamiento y prevención

¿Sabías que los gatos también pueden resfriarse, igual que nosotros? Lo más curioso es que muchos tutores no se dan cuenta de que esos pequeños estornudos o los ojitos llorosos pueden esconder algo más serio: la gripe en gatos

Si te quedas conmigo hasta el final, no solo descubrirás cómo detectar a tiempo la gripe felina, sino también qué hacer para ayudar a tu peludo a recuperarse y cómo evitar que vuelva a pasarle. Además, veremos por qué la alimentación natural y equilibrada, como la que ofrecemos en Food for Joe, juega un papel tan importante en la prevención.

Cómo detectar la gripe en tu gato

La gripe felina, también llamada complejo respiratorio felino, está causada en la mayoría de los casos por dos virus principales: el herpesvirus felino (FHV-1) y el calicivirus felino (FCV). Ambos son muy contagiosos entre gatos, especialmente si conviven en grupos o han tenido contacto en protectoras, colonias o criaderos.

Síntomas más comunes

Aunque a veces hablamos de “resfriado en gatos”, no siempre se trata de algo leve. Los síntomas suelen parecerse mucho a los nuestros cuando tenemos gripe:

  • Estornudos frecuentes y ataques de tos.

  • Secreción nasal transparente o espesa.

  • Ojos llorosos o con legañas.

  • Fiebre (el gato puede sentirse más apagado de lo normal).

  • Pérdida de apetito, porque al no oler bien, deja de interesarse por la comida.

  • Dificultad para respirar, en casos más graves.

  • Úlceras en la boca o lengua (muy típicas del calicivirus).

Es importante no confundir un resfriado leve con una gripe felina complicada. Mientras que en el primer caso los síntomas pueden desaparecer solos en pocos días, en el segundo el gato necesita atención veterinaria.

Cuándo preocuparse

Si notas que tu gato deja de comer durante más de 24 horas, debes acudir al veterinario cuanto antes. Los gatos no pueden pasar tanto tiempo sin ingerir alimentos, ya que pueden desarrollar problemas hepáticos graves.

Del mismo modo, si su respiración es ruidosa, si tiene mucha secreción nasal u ocular, o si está muy decaído, no esperes a que “se le pase solo”. En gatos jóvenes, mayores o con defensas bajas, la gripe puede complicarse rápidamente.

Tratamiento de la gripe felina

El veterinario puede recomendar:

  • Medicamentos antivirales en casos graves o crónicos.

  • Antibióticos para controlar infecciones bacterianas secundarias.

  • Gotas o colirios oculares si los ojos están afectados.

  • Nebulizaciones con vapor para aliviar la congestión nasal.

  • Hidratación mediante suero si el gato no bebe lo suficiente.

En casa, como cuidadores, podemos facilitar mucho la recuperación:

  • Mantenerlo en un lugar cálido y libre de corrientes de aire.

  • Limpiar suavemente su nariz y ojos con gasas húmedas.

  • Fomentar que coma ofreciéndole comida rica, húmeda y natural, que le resulte más atractiva aunque tenga poco olfato. Aquí, la comida cocinada de Food for Joe es una gran aliada, ya que es blanda, huele bien y resulta fácil de masticar y digerir.

Prevención: cómo evitar que tu gato se resfríe

La mejor forma de prevenir la gripe felina es con una combinación de vacunación, higiene y buena alimentación.

  • Vacunas al día: las vacunas contra el herpesvirus y calicivirus forman parte del plan vacunal básico de todos los gatos. Reducen mucho la gravedad de los síntomas, incluso si no previenen el contagio al 100%.

  • Reducir el estrés: un gato estresado tiene las defensas más bajas y es más susceptible a enfermar. Mantener rutinas estables y un entorno enriquecido ayuda más de lo que imaginas.

  • Alimentación natural y equilibrada: una dieta rica en nutrientes de calidad refuerza el sistema inmune. Las recetas de Food for Joe están elaboradas con ingredientes naturales y cocinados, lo que ayuda a que tu michi tenga más defensas para enfrentarse a virus.

  • Evitar el contacto con gatos enfermos: especialmente si el tuyo es cachorro, mayor o inmunodeprimido.

¿Puede un gato morir de un resfriado?

Esta es la gran preocupación de muchos tutores. Y la respuesta es: sí, un gato puede morir a causa de un resfriado mal cuidado, aunque no es lo habitual.

Los resfriados leves suelen resolverse en pocos días, pero cuando hablamos de gripe felina, la historia cambia. En gatos jóvenes, ancianos o con defensas bajas (como los positivos en leucemia o inmunodeficiencia felina), la enfermedad puede complicarse con neumonía, úlceras dolorosas en la boca o pérdida total de apetito.

El riesgo principal está en que el gato deje de comer y beber. Como mencionamos antes, en tan solo 24 horas sin comer pueden empezar a aparecer problemas graves de salud. Si además no recibe líquidos, la deshidratación acelera el deterioro.

Por eso, nunca debemos restarle importancia a un “simple resfriado”. La vigilancia y la atención veterinaria son fundamentales.

 

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